Esta sal gema se extrae de un yacimiento que tiene millones de años de antigüedad, donde goza de la protección natural que le brinda la roca volcánica de la cordillera de los Andes. Se extrae de forma manual a más de 3.000 metros de altitud. Su color rosa obedece a su elevado contenido en hierro, un oligoelemento esencial. Aliado excelente de su salud, también es rica en minerales, calcio, potasio y magnesio. Su sabor está marcado por una potente salinidad, que le permite acompañar carnes rojas a la plancha, asados, pescados grasos o platos en salsa. Podemos degustarla simplemente con unos palitos de verduras crudas o un exquisito tomate.
